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Creación del mundo maya

Hace mucho tiempo, en las tierras ancestrales de los mapuche,el cosmos se tejía en la danza de los espíritus y la magia de la creación.

 

En el principio, solo existía el aire, y en su vastedad, el dueño de los aires, Ngen, un espíritu poderoso que habitaba junto a otros espíritus en la vastedad de la existencia.

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La armonía en el mundo de los espíritus se vio perturbada por la ambición de algunos de ellos que desafiaron el dominio de Ngen.

 

Enfurecido por esta disputa, siendo el espíritu más poderoso, reunió a los espíritus benevolentes que quedaban y apresó a los renegados. Mientras luchaba por su supremacía, Ngen lanzaba fuego por sus ojos, demostrando su ira y determinación.

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Ngen y los espíritus buenos escupieron a los malos, y sus cuerpos se transformaron en piedras.

 

Con su pie divino pisó las piedras, y su peso las hizo caer, abriendo el aire y liberando a los espíritus malvados, que se deslizaron hacia la Tierra, convirtiéndose en imponentes montañas.

 

Los que no fueron alcanzados por los esputos divinos se quedaron atrapados en las profundidades de la Tierra, donde luchaban entre sí, provocando los retumbos y las erupciones de los volcanes.
 

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Las lágrimas de los espíritus, derramadas durante días y noches, se convirtieron en ríos y mares, formando la geografía de la Tierra.

 

Los espíritus malvados encerrados en las montañas se convirtieron en Pillanes, causando estruendosas erupciones volcánicas.

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Asi fue formando la tierra Ngen junto a los espiritus benevolentes. 

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Lleno las praderas de suave cesped, de arboles para que diesen sombre, y envio entonces a un hijo, el primer hombre, y tomo una estrella para convertirla en la primera mujer, el mundo estaba listo para que los mapuches le habitaran.
 

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